CLAVE SANGRIENTA 15ª novela de la Serie ROBERTO HC A las tres mujeres que más amé: Mi Madre, Gloria y Susana. Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama. Marcel Proust Madrid. Año 2006 Roberto Hernán Carrillo es comisario del Cuerpo Nacional de Policía, destinado en Madrid. Desde que alcanzó el cargo, incluso antes, cuando…
Categoría: Intriga policíaca
Nadando en aguas residuales – Primeros capítulos
NADANDO EN AGUAS RESISUALES 14ª novela de la serie Roberto HC A mi querida Susana El odio puede cegar los ojos, y la venganza, nublar el equilibrio mental del ser humano. Anónimo Capítulo 1 Al sur de Madrid, cerca de la Caja Mágica y pegada al Manzanares, aprendiz de río, se encuentra la estación depuradora…
En el fondo de la laguna – primeros capítulos
EN EL FONDO DE LALAGUNA 13ª novela de la Serie Roberto HC A la población de Alpedrete (Madrid) por permitirme vivir los momentos más felices de mi vida junto a las personas que más amé. Entre ellas TÚ A mis amigos Carlos Martin, fotógrafo profesional y Arturo Fernández, el mejor peluquero de Alpedrete y parte del extranjero….
No voy a perdonar
NO VOY A PERDONAR Frente despejada, nariz aguileña, labios finos y una mirada profunda, tranquila, a veces perdida, pero sin duda repleta de odio. Así lo describió el único ciudadano cuando se acercó a la comisaría más cercana a su domicilio, como respuesta a la llamada realizada por la Brigada de Homicidios a través de…
Cinco asesinatos en Italia – primeros capítulos
CINCO ASESINATOS EN ITALIA 11ª novela de la Serie ROBERTO HC A Susana Garrido Quien al aceptar mi cariño tuve un atisbo de felicidad. Es imposible separarse de la sombra que proyectamos. Solo la muerte lo consigue. Lázaro H. Cartes Capítulo 1 Madrid. Celia vio alejarse a Roberto hasta perderlo de vista en la terminal…
La denuncia
LA DENUNCIA Llegué hasta la puerta de la comisaría. Dos agentes con uniforme azul que conversaban, dejaron de hacerlo al verme correr y acercarme. Uno de ellos me preguntó. —¿Podemos ayudarle? —Supongo que si —contesté sin apenas resuello. —Venga, pase dentro y mientras recupera el aliento, nos ocuparemos que otro agente le atienda. Me senté…