OPINAR ES GRATIS.
Hace unos días comentaba, todos tenemos derecho a opinar; faltaría más. Añadía, sin embargo, no es de recibo aprovechar la fama de un medio de comunicación para ofrecer opiniones, que no información contrastada.
Hoy, al leer los titulares de la prensa deportiva (últimamente pongo en duda la calificación), sostengo mi teoría; como no podía ser de otra forma. Opinar está bien, contrastar las informaciones, mejor, bastante mejor. Fundamentalmente por el bien de la ciudadanía, así se evitaría la difusión de noticias-bulos.
Voy a explicarme. Un periodista llamado David Molano, según reza su perfil profesional [sic] Medios de comunicación online. Redacción de noticias y previas para la edición digital del periódico y narración de encuentros de fútbol nacionales e internacionales. En el periódico deportivo AS, se atreve a firmar un artículo bajo el título «China señala a España como alternativa del origen del coronavirus» y ofrece en cinco párrafos toda una tesis con citas de ciertos profesionales que, la verdad, provocan no solo estupor sino también cierto temor, por lo que a título de reflexión pregunto. ¿Puede y debe un periodista deportivo, en un periódico deportivo establecer en un alarde pretencioso, opinar periodísticamente de un tema que ni siquiera los investigadores y profesionales en la materia del Covid-19 pueden valorar al carecer de suficientes datos para establecer los efectos debido a la consiguiente falta de conocimiento técnico y su posterior procesamiento? ¿Es un periódico deportivo el lugar más idóneo para establecer tales opiniones individuales, cuando un gobierno necesita contrastar la situación pandémica rodeándose de un amplio número de profesionales e investigadores?
Tal vez, este señor sea un estupendo periodista deportivo, no puedo valorarle en ese campo, ni me atrevería, pero dudo disponga de los conocimientos oportunos para establecer opinión sobre aspectos aún por descubrir en una materia que precisa de grandes estudios e investigaciones.
Opinar es gratuito, y yo señor Molano también lo hago, es más, le recomiendo un refrán conocidísimo: zapatero a tus zapatos.
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