¡Por fin! Llevaba mucho tiempo sin publicar algunos de mis trabajos narrativos. Aquellos que el tiempo libre me permite. Insuficiente.
¡Por fin! me atreví a sacar uno de mis últimos trabajos, NUEVE NOCHES DE INSOMNIO. Con esta recopilación de algunos relatos trato de vencer ese trastorno del sueño.Es cierto que el mio no es agudo, en todo caso temporal y en la mayoría de los casos motivado por la ansiedad, acabar aquello que empecé y aún no he finalizado.
El volumen recoge nueve historias inconexas con sensaciones de temor, intriga y en ocasiones algo de miedo:
Primera noche: Un extraño restaurador de alimentos carece de reparos a la hora de preparar algunos de sus platos predilectos.
Segunda noche: Hechos agresivos, abusos y crueldad sucedidos durante la infancia, modifican sustancialmente el futuro de la criatura que lo sufre, variando su comportamiento respecto a los demás. Sobre todo hacia quienes provocaron la situación, y quizás también, respecto a los amigos o familiares.
Tercera noche: ¿Por qué debemos soportar que nuestra privacidad se vea alterada por algún individuo irrespetuoso y soez?
Cuarta noche: Cualquier escritor disfruta creando, analizando y sobre todo, inventando un mundo que sólo el conoce, donde todo tiene la verosimilitud que expone. No obstante lo peor que puede sucederle a un creador literario, es la pérdida de imaginación, es decir que la musa inspiradora se haya tomado unas vacaciones, a veces sanguinarias.
Quinta noche: Un individuo señala: «No tengo más remedio que subir en los ascensores pese a no gozar de mi confianza, por mucho que los utilizo aún no he conseguido dominar la sensación de estar en constante peligro cuando me introduzco en uno. Fundamentalmente porque ignoro si en caso de quedar parado, servirá de algo la tecla de llamada de auxilio cuando se encuentre a una altura superior a quince o veinte plantas»
Sexta noche: Según la sabiduría popular leer por la noche agudiza el ingenio y la inventiva, y ayuda de manera inexplicable a cerrar los ojos hasta quedar profundamente dormido, sin embargo no siempre es lo ideal.
Séptima noche: No olvidar la definición de este concepto: Conjunto de creencias de alguien, de un grupo, o de una multitud de personas sobre algo o alguien, siempre que no se dude de quien la solicita.
Octava noche: Uno de los placeres del ser humano es sin duda alguna escuchar música. Sin embargo en ocasiones las interpretaciones de algunos músicos suelen llamar a indeseables.
Novena noche: Existen dos maneras antagonistas de preparar unas vacaciones, siempre y cuando no elijas el hotel equivocado.
Los párrafos precedentes solo son el preámbulo del contenido de los nueve relatos que desde luego no te ayudarán a dormir. Lo siento mucho.
Anxo do Rego.
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