MISA DE 12
Cicerón dixit: Amor, ex quo amicitia est nominata (Amor, de donde tomó el nombre amistad).
Como todo en esta vida, debe alimentarse y regarse con momentos peculiares para perdurar. Precisamente es lo que ayer día 30 hice. Viajar desde Granada para pasar el día con un amigo. Mi espíritu lo necesitaba. Tras un abrazo retenido en el tiempo y comentadas las situaciones actuales, decidimos despedir el turbulento año vivido por ambos en nuestras respectivas vidas, en una población maravillosa: ÚBEDA.
Las palabras, anécdotas, vivencias y problemas se desvanecieron al percibir la extraña sensación que los estudiosos citan como «Síndrome de Stendhal». Ante mis ojos calles, edificios, iglesias, palacetes, ventanas, farolas etc., que enorgullecen la grandiosidad de la ciudad y erizan sin quererlo los bellos de mis brazos, asistiendo al embargo de mi respiración, sin fatigar mi espíritu. Al contrario, la paz y el sosiego me hicieron agarrar con fuerza los minutos que transcurrían.
Llegó el momento,—dijo mi amigo— debemos ir a Misa de 12. Me quedé sorprendido, él y yo sabemos nuestra común falta de empatía en ese aspecto. Caminamos por callejuelas, hasta llegar a una hermosa plaza porticada, Plaza de Primero de Mayo. En una esquina un cartel anunciaba un lugar dedicado a los gastronautas. La amabilidad de un profesional de hostelería como Rafael, nos puso una cerveza bien tirada, espumosa y refrescante. No quisimos iniciar nuestro periplo gastronómico con vermuts, dada la amplia lista de exquisitos tanto españoles como extranjeros. Degustamos una tosta pequeña con morcilla sin embutir para continuar con la recomendación de un tinto monovarietal Syrah envejecido tres meses en barricas nuevas de roble americano. «Campoameno» un vino joven barrica, con indicación geográfica protegida de la Tierra de la Sierra Sur de Jaén. Suave, con notas espaciadas balsámicas y florales; cremoso, denso, taninos dulces, largo y persistente. Con excelentes aromas primarios y secundarios y un retrogusto admirable. Lo acompañamos con unas tarrinas de ensaladilla de langostinos. Pasamos a un rioja crianza: Hacienda Lope de Haro, que nos ayudó a disfrutar de un revuelto de gulas y ajetes tiernos. Más tarde, y siempre bajo la recomendación de nuestro asistente Rafael, nos anunció un tartar de atún rojo salvaje, con un suave tacto de plancha acompañado de tiras de calabaza y brotes de alfalfa con un baño ligero de aceite de oliva. Disfrutamos junto a un crianza de Ribera del Duero: Finca Resaldo, de Emilio Moro. Mi amigo y yo somos seguidores y degustadores de esta denominación de origen. Rioja y Ribera escanciados de botellas ‘magnun’.
Nuevo paseo por callejas exentas de vehículos rodados hasta recoger el que nos llevaría de nuevo a Torredonjimeno, donde nos despedimos.
¡Que estupendos momentos!
Antes de abandonar la ciudad, susurré unas palabras: Prometo volver querida Úbeda. Mi amigo y tú lo merecéis.
De regreso a Granada lo hice suspirando para la extraordinaria jornada que mi amigo me brindó. Gracias Juan.
© Anxo do Rego. Diciembre 2022. Todos los derechos reservados. 31/12/2022 num.: 2212313009245
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